La crisis por el abuso de medicamento controlado en EUA
Vamos a hablar acerca del abuso del medicamento controlado. La crisis de opioides que se vive hoy en día en Estados Unidos nos tiene que obligar a todos, incluidos los profesionales de la salud a hacer una extensa reflexión acerca del uso de medicamentos. Más específicamente del uso de medicamentos que causan adicción o que tienden a usarse por largos periodos de tiempo. Y vamos a profundizar en los medicamentos que se usan para los problemas psicológicos.
A los lectores les recomiendo ver el documental de HBO “el crimen del siglo” o pueden buscarlo con su título original The Crime of the Century. El documental está dividido en dos partes, donde nos muestra como las autoridades de salud, el congreso y espacios importantes del gobierno de los Estados Unidos impulsaron a la industria de los medicamentos para el dolor. Todo se descompuso a partir de una mentira brutal. La autoridad sanitaria conocida como la FDA, avaló que el OxyContin, un opiáceo para el dolor, tuviera en su frasco la leyenda “este medicamento no causa adicción”.
Recetas para niños de 9, 12 años que se cayeron de su patineta: ancianos que les dolía una rodilla; jóvenes que tenían una simple jaqueca; adultos que sufrían cualquier clase de dolor tomando este medicamento. “Mira la FDA dice que no es adictivo” y las personas entregaban su confianza ciega. Propaganda masiva en espacios de televisión y tiempo después ya tenías a millones de estadounidenses adictos al Oxycontin, por el abuso del medicamento controlado.
Representantes médicos siendo capaces de comprarse vehículos deportivos que suelen comprar magnates. Médicos recibiendo recompensas económicas y vacaciones en paraísos por recetar los medicamentos. Un boom que creo una industria millonaria por un lado y por el otro lado muerte. Familias destruidas y muchas vidas rotas, cuando la promesa justamente era aliviar el dolor, no causar algo peor. Fármacos, cuando hay una herramienta poderosa para controlar el dolor, como es la hipnosis, algo que ya hemos explicado. Hasta aquí dejamos el documental y hablamos de la experiencia cercana que he tenido con los medicamentos como psicólogo con mis clientes en el consultorio.
Hace tiempo llegó el abuso de medicamento controlado a México
Recuerdo que una psicóloga con la que charle un día me dijo que yo era raro, por no haber tomado nunca medicamento psiquiátrico. Ella y su familia, me contó, consumían ese tipo de medicamentos y tenían su psiquiatra de cabecera. Hay un dicho famoso que dice, si a Estados Unidos le da gripa, a México le da pulmonía. Si en Estados Unidos hay corrupción con los medicamentos y abuso del medicamento controlado, probablemente en México estemos igual o peor.
Me encontré en consulta psicológica hace tiempo con una jovencita de 16 años cuyos padres la llevaron al médico y le recetaron medicamento controlado. Semanas después un intento de suicidio con ese mismo medicamento, “una jovencita de 16 años”. La última opción que tomaron los padres fue llevarla con el psicólogo, cuando eran evidentes los problemas de conducta de la joven. Desde la primera sesión conocí que le dieron una disciplina absolutamente deficiente. Premios enormes a cambio de poco o nada. Le crearon una personalidad débil, pero a la vez chantajista. Es absolutamente contundente que la joven no necesitaba medicamento, sino cambios importantes para contrarrestar una educación caótica.
Como lo he dicho antes, el sueño de las farmacéuticas es que cada vez más personas necesiten su fármaco. Su sueño es poder “aliviar”, todos los dolores y enfermedades, incluidos los problemas psicológicos y de conducta. He atendido varios casos de ansiedad donde sin mediar, los médicos les recetan a sus pacientes desde la primer sesión medicamento controlado. Se los recetan ya sea para dormir y/o para controlar los síntomas de la ansiedad. Lo que termina complicando el tratamiento psicológico, porque dejar el medicamento generalmente le provoca síntomas parecidos a la ansiedad. De todos modos, regularmente la ansiedad se supera, pero trabajar para dejar el medicamento alarga el proceso. No es recomendable dejarlo de golpe después de un uso continuo, eso puede ser peor.
La ética al recetar medicamento controlado
¿Los médicos recibirán premios por recetar esos medicamentos? Pues no lo sé, pero la verdad es que los recetan como si fueran a recibir un premio por ello. Conozco personas que viven muy bien de trabajar de representantes médicos en México. Por supuesto, sí hubiera un medicamento controlado que aliviara la ansiedad, el insomnio, el sentimiento de una vida vacía, los problemas de pareja, problemas de conducta escolares, claro que valdría la pena pagarlo. El problema es que no existe ese medicamento y generalmente la persona incurrirá en el abuso del medicamento controlado.
¿Has escuchado las recetas milagrosas para volverte rico? ¿has escuchado de la joya que al traerla puesta te traerá abundancia? Y que por supuesto cuesta una fortuna. Sé que sonaré un poco duro, pero en la vida los milagros son muy poco frecuentes. No se encuentran en un método de 3 sencillos pasos para volverte rico y mucho menos en una pastilla. Pregúntenselo a los familiares de los 200 muertos diarios por sobredosis de opioides en Estados Unidos. La pastilla milagrosa no existe.
Muchas de las personas que asisten a su primera cita de terapia psicológica, te dicen “estoy mal y no sé por qué”. Pero basta hacer las preguntas correctas y la próxima hora escucharas la narración de vidas bastante complicadas, en algunos casos caóticas, malas decisiones y muchas veces la narración de auténticas películas de terror. Las personas están mal, se sienten mal, viven mal, se ven mal, pero a veces uno como psicólogo piensa “deberías estar peor”.
El problema con el médico, peor con el médico que recibe su propina por la receta, es que no buscarás hacer las preguntas correctas. “Ah, no sabes porque estás mal, pero no puedes dormir y lloras desconsoladamente, pues toma tu receta de 2 0 3 medicamentos controlados y aliviarán tu dolor. La vida de la persona seguirá siendo complicada, caótica o una película de terror. El medicamento no resolverá nada y puede que en el futuro lo complique todo. Porque su vida seguirá igual y probablemente aumentará las dosis porque sus problemas seguirán empeorando. La persona tomará medicamento, sin embargo, no estará resolviendo los problemas que lo llevan a sentirse mal. Lo más probable es que caiga en el abuso del medicamento controlado.
Vamos a casos específicos
Vamos a ejemplificar esto con casos específicos. Un caso donde la persona ha sufrido infidelidades de su pareja que le dolieron mucho. Puede ser otro caso de una persona que falleció su padre, su madre o un hijo. El caso de un adolescente de 12 años que está viviendo con mucho dolor la separación de sus padres. El caso de un adulto joven que está ante el reto de pasar del noviazgo a ser esposo y esto le genera mucha angustia de lo que puede venir. Otro caso, el de un niño que tiene unos padres con una relación caótica, violenta o con una carencia absoluta de disciplina hacia él. Esto quizás lo llevará a imitar las conductas violentas en la escuela, o a no poner atención o no tener respeto por las autoridades de la escuela.
Las personas de estos casos tendrán en común que se sentirán mal por sus situaciones de vida. Puede ser que estén descontentas, insatisfechas, tristes, desconsoladas, angustiadas etcétera. Todas necesitan resolver las circunstancias que los han llevado a sentirse como se sienten, no tomar una pastilla.
Acá se trata de zapatero a tus zapatos. No vas a ir con un psicólogo a que te haga el plano de tu casa o a que te defienda en un caso legal como si fuera un abogado. No está capacitado para eso. El médico te recetará medicamento, en base a tus síntomas, el médico corrupto te recetará un medicamento del laboratorio con el que trabaje so promesa de un premio económico o de unas vacaciones.
Un psicólogo por supuesto no te puede, ni debe recetar medicamento si te encuentras con gripa, con una fractura o con cualquier enfermedad. El psicólogo cura con las palabras, cura con las tareas que te deja para que las hagas fuera del consultorio. El psicólogo cura asesorándote como ordenarle el sistema familiar a tu hijo para que se comporte en la escuela.
La medicina con ética es un tesoro
Los médicos, los buenos médicos, son necesario y se necesitan más. Sobre todo, en nuestros países, donde tenemos un déficit de profesionales de la medicina y una falta de capacidad hospitalaria. Los médicos nos ayudan todos los días y como nos ayudaron en la emergencia por el Covid. Acá el problema son las farmacéuticas que nos ven sólo como un negocio rentable. Para ellos, qué mejor, si nos volvemos adictos a sus píldoras. Mal por los médicos que recetan fármacos, aunque no los necesites. Que lo hacen sólo para beneficiar a un laboratorio o a su farmacia de servicio rápido.
La medicina como ciencia es un tesoro y los médicos como profesionistas, también. Un hito el descubrimiento de la penicilina. No podemos dejar de reconocer la vacuna de la influenza, la de la viruela, cuántas vidas se han salvado. Son siglos de avances médicos de los que miles de millones en el mundo nos hemos beneficiado. No se mal entienda que estoy en contra del medicamento en general, pero si particularmente del medicamento que existe para el lucro, aunque bien sepan arriba que lo que hace es complicar o destruir vidas.
Acá lo importante es crear la cultura de que el que está enfermo físicamente vaya al médico. Crear la cultura de que el que tiene problemas de conducta y psicológicos, vaya al psicólogo. Así como el que tiene problemas con su coche sabe si ir con un auto eléctrico, un mecánico o un moflero. Acá se trata de crear la cultura de ayudar a la persona a desarrollar su potencial humano, de ayudarles a resolver sus problemas para que vivan plenamente.
No se trata de ver a las personas como nuestra caja, como dinero. Los psicólogos y médicos tenemos cada uno nuestro código de ética, que tenemos que respetar. Es tarea de todos, sociedad y especialistas de la salud combatir el abuso del medicamento controlado. He sabido de psicólogos con falta de ética también, claro y hay que pararlos en seco y denunciarlos. El caso que documenta “el crimen del siglo”, del ganador del Óscar Alex Gibney, debe dejarnos una fuerte lección “una pastilla puede ser la puerta de entrada… al infierno.
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