¿SE NECESITA OLVIDAR PARA PERDONAR?

Te invito a reflexionar un momento esta frase «perdón y olvido».  Alguien que tiene la valentía de disculpar y dejar de lado rencores ¿necesita olvidar?  Esta es una frase muy utilizada en México y Latinoamérica, muchas sociedades y familias utilizan esta frase como credo, como filosofía de vida.¿Realmente se puede desaparecer un recuerdo? ¿se puede eliminar una vivencia totalmente de tu mente? Hay una frase menos utilizada como filosofía y pocos la hemos escuchado, esta dice, «la vida es tan buena maestra que si no aprendes una lección, te la repite una y otra vez, hasta que la aprendas».

Para entender mejor el artículo, te definiremos la palabra «premisa» fundamental para entender el contexto del artículo. Una premisa es una afirmación o idea que se da como cierta y que sirve de base a un razonamiento o una discusión. Ya con esta definición ahondaremos con la temática de este artículo.

Implicaciones de borrar un recuerdo para perdonar

Olvidar involucra eliminar, desaprender, escindir, amputar un recuerdo, que es a su vez una experiencia y toda experiencia es capaz de dejar un aprendizaje a una persona. Entonces ¿vale la pena eliminar una experiencia? sobre todo hablamos de una experiencia sobresaliente.  Específicamente hablamos de una experiencia buena, mala o pésima, que fue tan fuerte como para cimbrar tus emociones,  sentimientos y/o tu cuerpo.

No me imagino una persona que utiliza esta filosofía, diciéndose a sí misma «voy a olvidar que este refresco sabe a naranja». No imagino a una persona diciéndose a si misma cuando pasa por una granja de animales «voy a olvidar que ahorita huele a abono». No imagino a alguien diciéndose «necesito olvidar que ahora me gaste $60 pesos más del «gasto» esta semana. Es muy poco común que quienes utilizan esta filosofía se digan esta clase de cosas en eventos banales y que son fáciles de digerir.

Cuando una experiencia te invita a utilizar el verbo «perdón» es porque fue una experiencia lo suficientemente fuerte como para causarte un dolor o molestia. No estoy hablando como cuando una persona en el camión sin querer te da un empujón y te pide perdón. Estoy seguro que no te dirás en ese momento «voy a olvidar lo más pronto posible el empujón de este extraño para no hacerme daño. Generalmente las personas que viven con la filosofía «perdono y olvido» tratan de olvidar eventos con alto contenido doloroso y llevado a cabo por una persona cercana.

¿Es pertinente enterrar un recuerdo?

En mi experiencia como psicólogo, ya de más de 12 años en el campo clínico y mi experiencia como persona me hace refutar la utilidad del «perdón y olvido», en especifico, del olvido. Primero , regresando a la frase que dije arriba, ¿vale la pena olvidar una experiencia tan fuerte? Si la experiencia es fuerte se puede pensar que así de fuerte será el aprendizaje que te dejara ¿no crees? Escindir de tu experiencia un evento tan decisivo ¿vale la pena? ¿en verdad sirve? ¿a quién le sirve que se te olvide? ¿te sirve a ti o al que te hace daño?

El perdón y olvido".  Alguien que tiene la valentía de perdonar y dejar de lado rencores ¿necesita olvidar? Esta es una frase muy utilizada en México y Latinoamérica

Borrar algo que en un momento te hizo daño, es como olvidarte del día que agarraste un vidrio y te cortaste.  Un día aprendiste que ese material es filoso cortante, que debes evitar manipularlo si no quieres  hacerte daño. Vamos a pensar que se te olvida que te cortaste con un vidrio, que se te olvidan las propiedades de ese material. Si haces esto, entonces aumentará la posibilidad, de que un día se te quebré un vaso y sin más ni más lo tomes y te cortes. Te va a doler mucho, te saldrá sangre, entonces ¿valió la pena olvidar? ¿o hubiera sido bueno recordar tu experiencia con el vidrio?

Los eventos más dolorosos para el ser humano, son los personales, los psicológicos, los que cimbran. Si no fuera así, el perdón no sería tan mediático, tan decisivo en la vida de una persona, no vendería millones de libros. Si te presta un envase el dueño de una tienda, no se lo regresas, lo dejas para no pagar importe y lo presentas en la otra tienda como tuyo ¿a quién le conviene que se olvide el envase que no regresaste, a ti o al que te prestó el envase?

Ya definido la importancia de un evento para que merezca el proceso del perdón, entendemos que, tiene que ser un evento fuerte. Dependiendo de su fuerza, por correlación, aumentará la dificultad de otorgar el perdón,  si la injuria o el daño del otro es mayor. Habrá sus excepciones, pero a la mayoría les es más fácil perdonar, por ejemplo, a su papá por olvidar servirle refresco a él, que perdonarlo por faltar a su graduación, debido a que se emborracho el día anterior.

¿Realmente se puede eliminar un recuerdo doloroso?

Realmente ¿se puede olvidar?, ¿vale la pena olvidar más que aprender de esa experiencia?, ¿mientras recuerdes el evento es imposible perdonar? Las personas con esta filosofía responderían afirmativamente a estos cuestionamientos, seguramente.  Una de las preguntas más centrales en este tema es ¿se olvida en verdad? ¿es posible?

En mi opinión personal y experiencia, es imposible eliminar algo tan decisivo, pero se puede retirar de la memoria próxima. ¿Lo puedes enterrar? Sí, si lo puedes enterrar ¿dónde? lo puedes enterrar en tu cuerpo, sí lo puedes enterrar y quizás ya lo hiciste.

Dando por hecho que pudiste enterrar un recuerdo dolororo, valdría la pena que que te preguntes ¿en dónde lo enterraste? Pues quizás en esa pierna que siempre te duele, esa que los doctores no logran determinar que tiene por más que te hacen exámenes. Quizás está en esas migrañas terribles, en ese dolor de espalda inexplicable. Puede encontrarse en ese dolor terrible de estomago de esa persona que asiste de manera regular al médico y los doctores le dan una pastilla milagrosa que no contiene ninguna sustancia medicinal y mágicamente se cura. ¿En donde esta ese recuerdo doloroso? está quizás, en cada cabello que arrancas de tu cabeza mientras estás ensimismado, quizás está también en esas borracheras o en el abusar de las drogas.

El perdón y olvido".  Alguien que tiene la valentía de perdonar y dejar de lado rencores ¿necesita olvidar? Esta es una frase muy utilizada en México y Latinoamérica

¿Qué cosas valen la pena olvidar? ¿te ayudaste y ayudaste alguien olvidando? El perdón beneficia al cuerpo, a la mente o psique de la persona que sufrió un revés, que sufrió un  agravio por parte del otro. El olvido, muchas veces, si no es que la mayoría de las veces, a quién beneficia es al que agravia, al que abusa.

El anular un recuerdo, termina siendo una especie de fuero, de protección, de licencia para seguir causando agravios a la misma persona, o a personas dentro del mismo circulo o fuera de esté.  El perdono y olvido lo concibo como una especia de premisa de una mafia, que trafica con esto. Esta premisa es creada en primera instancia por los que agravian. Una vez instaurada la idea en la familia o sociedad, puede llegar a ser parte de una especie de himno, de leyenda, de mito, que es enseñado de generación en generación.

El olvido como acto mafioso

Una de las agrupaciones que utiliza más frecuentemente el perdón y olvido como una suerte de mafia, aunque parezca extraño, es la familia. Dentro de una familia llega ocurrir que el abuelo abusa sexualmente de las nietas,  previamente lo hizo de las hijas y el perdón y olvido, se usa como una premisa mafiosa.

En Tlaxcala hay familias enteras que se dedican al proxenetismo, bajo el sustento de que es correcto lo que hacen.  Estas personas conceptualizan la práctica como «salir adelante» ante la falta de una fuente de trabajo alterna. Creen que sacan a las chicas que prostituyen de sus vidas vacías, para que ayuden al sustento de sí mismas y de las familias que se dedican a esta práctica.

Así como hay familias enteradas dedicadas al tráfico de drogas, así también hay quienes trafican con los secretos y con el olvido. Son mucho los mecanismos, pero van encaminados a enseñar a las víctimas, a olvidar. Estás personas se valen de múltiples argumentos como «es que somos familia»,  «si se sabe esto se puede destruir la familia» «hija olvídate de eso, sólo te hace daño recordarlo» «pues se equivoco, pero no le digas a nadie, olvídalo para ser feliz, es tu familia»  «a veces en la familia nos hacemos daño, pero nos amamos».

 
El perdón y olvido".  Alguien que tiene la valentía de perdonar y dejar de lado rencores ¿necesita olvidar? Esta es una frase muy utilizada en México y Latinoamérica
 

En gran parte se promueve el olvido como alivio al dolor, pero el olvido termina siendo un fuero protector, como si formar parte de la familia exentara a la persona de un castigo o de la exhibición del acto abusivo. De esta manera vemos familias donde el abuelo, el tío, es el victimario común, si bien les va, porque quizás sean varios victimarios.  Se tratará de  permear el pensamiento del olvido a su máxima escala para solidificar la mafia, porque se tiene que defender al victimario de cada pequeña familia primaria.

Yéndome atrás me imagino, hago el ejercicio de ir de manera retroactiva a los primeros abusos de poder, donde el victimario le decía a la victima que se olvidara de aquello y que le diera el perdón, que no lo volvería a hacer, pero que por favor se olvidara del evento. No sé, quizás paso así y sigue pasando, si dicen eso los abusadores, los que infringen la falta, el engaño Pero son en gran medida, las propias víctimas o personas muy allegadas al futuro o futura olvidadiza, quienes se encargan hoy en día de manera más regular, de compartir la leyenda urbana de que lo mejor es olvidar tomado como sinónimo de perdón.

 

La conveniencia del olvido

Primeramente al olvidar o pretender hacerlo, es vital preguntarse, si condenó a más personas a sufrir el mismo agravio, entonces ¿valió la pena hacerlo? ¿realmente te ayudó como víctima o ayudaste al victimario? Es decir ¿lo ayudaste para que no lo volviera a hacer? o más bien ¿tu olvido le permitió vivir en la obscuridad del abuso sin ser notado? ¿Olvidar te sirvió para sanar? Te puedes preguntar ¿vives libre de sintomatologías psicosomáticas? ¿sientes paz después de tantos años de enterrar el agravio? ¿Realmente olvidan los agravios las personas?

Me fui a casos extremos para comprobar la tesis de la falsedad de «el perdón y olvido», pero bien puede ser el sobrino que le ha robado a varios de los tíos y se lo siguen permitiendo.»Pues mejor nos olvidamos de eso, pobre del sobrino» entonces se le vuelve a permitir hacerlo. Otro caso puede ser, en el que como mujer tienes que perdonar y olvidar una y otra vez que tu marido es «ojo alegre». En otro caso debes olvidar la paliza tremenda que te dio tu esposo, aquel día, cuando la discusión se puso más fuerte de lo habitual.

El perdón y olvido".  Alguien que tiene la valentía de perdonar y dejar de lado rencores ¿necesita olvidar? Esta es una frase muy utilizada en México y Latinoamérica

 

Personalmente creo que el perdón no se lleva con olvidar, no tienen ni la misma sangre, ni comparten apellido, ni siquiera son parientes lejanos. Cuando perdonas, aceptas, lo digieres, te liberas de rencores . Al perdonar sin olvidar aprendes de la experiencia, te libras de problemas emocionales y físicos. Lo recuerdas pero el recuerdo no te atormenta, es como besar la pared, como decirle la hora a alguien que te la pregunta.  Al recordarlo te enorgullece haberlo superado. Perdonar sin olvidar, te permites continuar la relación con aquel que te agravió si lo consideras prudente. Le das una segunda oportunidad, no para que te vuelva a agraviar, sino para seguirlo teniendo en el mismo camino, conscientes ambos, de la afrenta perdonada.

Comparación de definiciones del perdón

Busque en Google la definición  y lo primero que me apareció fue esta: «Olvidar [una persona] la falta que ha cometido otra persona contra ella o contra otros y no guardarle rencor ni castigarla por ella, o no tener en cuenta una deuda o una obligación que otra tiene con ella».

Wikipedia lo define así : «es la acción por la que una persona perdona a otro una acción considerada como ofensa, renunciando eventualmente a vengarse, o reclamar un justo castigo o restitución, optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden afectadas o queden menos afectadas. El perdonante no «hace justicia» con su concesión del perdón, sino que renuncia a la justicia al renunciar a la venganza, o al justo castigo o compensación, en aras de intereses superiores.

No debe confundirse con el olvido de la ofensa recibida. Tampoco perdona quien no se siente ofendido por lo que otras personas considerarían una ofensa. Tampoco lo hace quien deja de sentirse ofendido tras las explicaciones del presunto ofensor que hacen ver la inexistencia originaria de ofensa alguna.

Perdonar es obviamente un beneficio para el perdonado, pero también sirve al perdonante (que también está interesado en ver recompuestas total o parcialmente sus relaciones con el ofensor y en ocasiones cumple al perdonar una obligación moral o religiosa) y a la sociedad, pues contribuye a la paz y cohesión sociales y evita espirales de venganzas, motivo por el que religiones y diversas corrientes filosóficas lo recomiendan».

Conclusiones finales

En lo personal, comulgo con la definición de Wikipedia, me parece muy completa e incluye hacer a un lado el elemento «olvido». Reitera que perdonar no es lo mismo que olvidar, ni un requisito, a diferencia de Google, que incluye «olvido» como el primer elemento del perdón. Diversos autores han definido el perdón de distintas maneras, yo tome estas definiciones por ser las que se encuentran más al alcance de la mano, además de que sus diferencias hacen fácil contrastarlas para efectos prácticos de este articulo.

Al fin cada quien puede utilizar la que más le precise, pero lo pertinente considero, es tomar la que no te enferme ni física, ni mentalmente y como en otras culturas lo consideran importante, que tampoco te enferme espiritualmente.

Si vives con esta filosofía » de que para el perdón, es necesario olvidar» es justo hacer un análisis exhaustivo acerca de a donde se van estos eventos «olvidados « y lo digo entrecomillado para clarificar que no veo claro si se olvidan o se alojan en alguna parte de ti. Aunque reconozco que si vives libre de enfermedades crónicas, sufres de una pequeña gripa cada tiempo prudente; si el que te agravio no lo volvió a hacer ni contigo ni con nadie; si tienes una buena memoria, por lo menos respetable y olvidaste aquello, pero no tienes problemas en recordar más cosas, entonces me gustaría conocerte, me parecerías una bendita excepción de la utilidad del olvido para el perdón.